ni si ni no ni blanco ni negro

ni sí ni no, ni blanco ni negro ni escala de grises, ya que estamos, ni la duda que te hace balancear entre la afirmación y la negación.

ni esto ni lo otro, ni se te ocurra que te agarren ganas de hacer pis cuando estás en el medio del colectivollenodegente y encima, ni llegaste a tu casa.
ni te preocupes por lo que no te tenés que preocupar, que seguramente hay alguien especializado en preocuparse en eso que justamente a vos, ni te importa.
ni te molestes en detenerte a explicarle a la gente que ser raro no es algo anormal, que al fin de cuentas uno no es raro, es diferente. y eso sí que está bueno.
ni que te agarres los dedos de la mano cuando querés cerrar la ventana o la puerta de la biblioteca, ni que se te caiga la bandeja del desayuno cuando me la traigas el día que se festeje que no se festeja nada, ni que se te quemen las lamparitas cuando te querés sentar a leer, ni que te pasen una buena película el día antes de un final, ni que te desacostumbres al ruido del silencio y necesites el ruido del asfalto para poder dormir, ni que te taladren la cabeza las maquinaciones constantes -que por más máquina que tengan, no te llevan a ningún lado-, ni que te olvides del nombre que le diste a cada una de las estrellas cuando todavía el humo y las luces no se interponían entre los dos, ni que dejes de extrañar el calor del agua fría, ni que suspires y en cada suspiro pierdas un pedacito de alma, ni que dejes de imaginarte caminando por el lado secreto de la Luna.
ni esto ni lo otro. ni sí ni no, ni blanco ni negro.